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La ley impide a Ana Botella cubrir con voluntarios los puestos o tareas de los funcionarios

{• ÁNGEL CALLEJA 27.01.2012}
El Ayuntamiento de Madrid no puede recurrir al reclutamiento de voluntarios para cubrir las tareas que deberían realizar los funcionarios en los servicios públicos.
El Ayuntamiento solo podría articular esta colaboración mediante programasA pesar de que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y su delegado de Las Artes, Fernando Villalonga, han declarado su intención de pedir ayuda a los ciudadanos para la gestión de bibliotecas, polideportivos o las actividades ambientales, la Ley 6/1996, de 15 de enero, del Voluntariado prohíbe expresamente que un ciudadano realice cualquier labor en lugar de otro trabajador que realizase el mismo trabajo de forma remunerada.
En su artículo 3.3, la normativa establece que “la actividad de voluntariado no podrá en ningún caso sustituir al trabajo retribuido”. El artículo 1.d añade que quienes participen de forma altruista solo podrán hacerlo “con arreglo a programas o proyectos concretos”. El apartado 1.c aclara que el único pago posible serán “los gastos que el desempeño de la actividad voluntaria ocasione”.
{{Rechazo de los funcionarios}}
El respaldo de Ana Botella este jueves a la iniciativa del delegado de Las Artes de abrir bibliotecas tirando de voluntarios ha provocado estupefacción entre los trabajadores municipales. Más aún cuando la alcaldesa dio un paso más allá y extendió esa posibilidad a otras áreas del gobierno municipal madrileño.
Los funcionarios son profesionales y tienen unos estudiosEn opinión Pedro Delgado, representante de CC OO en el Ayuntamiento de Madrid, la medida es “ilegal” y solo intenta “confundir a los ciudadanos haciéndoles pensar que los funcionarios no valemos para nada”. “Y si es porque no tiene dinero, que ahorre 25 millones de euros eliminando los altos cargos que Gallardón introdujo cuando llegó al Ayuntamiento u otros 51 millones sacando las sedes municipales de edificios en alquiler y utilizando los propios”.
Luis Miguel López (UGT), añadió que el Ayuntamiento no les ha informado de ningún plan de contratación de voluntarios. “La alcaldesa se piensa que cualquiera puede dar un servicio al ciudadano como los profesionales que han superado una oposición y tienen unos estudios”, criticó. “Si quieren mejorar la gestión, que nos pregunten, pero prefieren que nos enteremos por la prensa”, puntualizó.
{{Bibliotecas “insostenibles”}}
Este viernes, y a preguntas de 20minutos.es, el Ayuntamiento prefirió guardar silencio sobre el encaje legal del modelo propuesto por Fernando Villalonga para las bibliotecas o sobre si existe algún plan concreto para extender la figura del voluntario a polideportivos y centros sociales o culturales.
Por la tarde, en declaración al programa Gente de Madrid de la emisora Onda Cero, el delegado rectificó a medias asegurando que “nunca” ha hablado de sustituir a funcionarios por voluntarios. Repitió sin embargo, que el modelo de gestión pública del sistema de bibliotecas debe modificarse y que es buena que haya “un debate” sobre el modelo a seguir.
En el caso de las bibliotecas, la propuesta de Villalonga consiste en que el núcleo duro de la gestión lo lleven funcionarios municipales, mientras que los voluntarios les ayuden en tareas puntuales. En este esquema de cogestión también entrarían las asociaciones vecinales. El perfil de voluntario, según explicó el propio Villalonga, sería el de “archiveros, documentalistas, bibliotecarios jubilados o chicos que estén en la universidad que quieran trabajar en su barrio unas horas, cuatro o cinco, a la semana”.
El delegado de Las Artes afirma que el modelo de las bibliotecas públicas es “insostenible”Según los representantes de los funcionarios, salvo casos puntuales, ningún centro público de gestión municipal (sin contar aquellos que han sido adjudicados a empresas privadas) sufre una falta de personal que impida su funcionamiento.
Sin embargo, Villalonga asegura que el sistema de gestión de las bibliotecas públicas es “insostenible”. En la actualidad el Ayuntamiento cuenta con 28 instalaciones, a los que se suman los tres que están por abrir -Carabanchel, Casa de Fieras y la especializada en música de Conde Duque- y las 13 que le transferirá la Comunidad de Madrid próximamente. En total, casi 900 empleados.
“Si queremos dotar a las tres nuevas bibliotecas (Carabanchel, Casa de Fieras y la especializada en música de Conde Duque) con personal y abrir otras nuevas a los barrios el modelo debe cambiar”, zanjó el responsable público.
Ana Botella, que este viernes tampoco habló de la cuestión durante un acto público, insistió en que “el esfuerzo común” es imprescindible para salir de la crisis.
Sin embargo, tanto el Partido Socialista de Madrid como Izquierda Unida, además de la Federación Regional de Vecinos de Madrid y los sindicatos, han rechazado este modelo. La Plataforma del Voluntariado, que representa a 900.000 personas voluntarias, ha expresado su “profunda preocupación” por la idea lanzada por la alcaldesa al tiempo que ha advertido que la labor que realizan “no son mano de obra barata”.

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