Guardan 24 horas de cola con mantas y hamacas para pedir un abogado de oficio en Alzira

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Los juzgados de Alzira amanecieron el miércoles con una imagen tercermundista. Un grupo de personas sentadas en hamacas y tapadas con mantas hasta los ojos se refugiaban junto a la puerta del edificio a la espera ser atendidos en el servicio de orientación jurídica, encargado de gestionar las solicitudes de un abogado de oficio. La concentración fue tal vez más reducida que la del último miércoles del mes anterior, pero la espera incluso más larga y, como sucedió en febrero, se quedaron sin poder despachar con la abogada que presta el servicio más usuarios de los que pudieron hacerlo. Sólo se dan treinta números y el último se dio a las cinco de la madrugada.
Muchas personas que madrugaron con la intención de solicitar un abogado de oficio desistieron al ver la cola que se había formado. Otros habían madrugado más o ni siquiera se habían acostado. Estas largas colas se producen desde que el Colegio de Abogados de Alzira decidiera reducir de dos días a la semana a uno al mes el servicio de orientación jurídica como consecuencia de los impagos del Consell.