Así se ha pronunciado el titular de Justicia durante su intervención en el pleno del Senado para responder a una pregunta del senador del PSOE Roberto Lertxundi sobre si el Ejecutivo comparte las declaraciones del Tribunal Supremo acerca de la constitucionalidad de la actual Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
El presidente del TS, Gonzalo Moliner, afirmó en septiembre en una entrevista sobre la actual ley del Aborto: “Es una ley acomodada a los principios que rigen en otros muchos países de la Unión Europea y si en otros países está aceptada y es constitucional, no sé por qué aquí no debía de serlo”.
En cualquier caso, añadió, “es una decisión que corresponde al Tribunal Constitucional, no hay que olvidar que está pendiente de recurso”.
Así, Ruiz-Gallardón ha señalado que Moliner demostró con estas declaraciones “responsabilidad, sensibilidad y respeto constitucional” al indicar que, al margen de su opinión, le corresponde al TC tomar la decisión.
“El monopolio de rechazo en virtud del cual se puede excluir una ley del ordenamiento jurídico únicamente le corresponde al TC, no le corresponde a usted ni a ningún otro poder del Estado”, ha afirmado el ministro.
La legislación que regula la interrupción voluntaria del embarazo, vigente desde el 5 de julio de 2010, está pendiente de dos recursos ante el Tribunal Constitucional, uno del PP y otro del Gobierno de Navarra.
El Constitucional admitió a trámite los recursos que presentaron estas partes y rechazó el que habían planteado varias organizaciones defensoras del derecho a la vida.
“No nos haga vivir bajo la óptica moral y ética del Vaticano”, ha reclamado Lertxundi, para después subrayar que España “es un país independiente de la Iglesia católica”.
El senador socialista ha acusado al PP de incumplir “al cien por cien” su programa electoral y, por ello, ha ironizado con que el único punto que van a aplicar implique “disminuir los derechos a la libertad de las mujeres”.
Por su parte, el ministro de Justicia ha acusado a Lertxundi de crear “un conflicto entre los altos poderes del Estado” por no estar de acuerdo con la doctrina del TC. “No venga a hacer política de cizaña para enfrentar al presidente del TS con el del TC porque eso no es de recibo en una democracia”, ha concluido.
Madrid, EFE 9 de octubre de 2012