El Constitucional francés tumba la ley que penaliza la negación del genocidio

{29.02.12 – A. G. | PARÍS.}
El Consejo Constitucional francés anuló ayer la ley que penaliza la
negación del genocidio armenio, argumentando que tal iniciativa limita
la libertad de expresión y choca frontalmente contra uno de los
principios fundamentales de la Carta Magna.
El texto legal, recientemente aprobado, había sido criticado por Turquía, ya que da por sentada la matanza de 1,5 millones de armenios a manos del Ejército otomano en 1915. Por ese motivo, el Gobierno de Recep Tayip Erdogan había amenazado a Francia con restringir cualquier tipo de relación diplomática, económica y cultural. Igualmente, la iniciativa
legislativa despertó reticencias entre varios senadores y diputados franceses, que decidieron presentar un recurso ante el Constitucional
para reprobarla y evitar así un grave conflicto.
{{*Felicitación de Ankara *}}
La decisión del Alto Tribunal fue saludada ayer por las autoridades de
Ankara, pero representó un jarro de agua fría para su principal impulsor, el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Este subrayó la «inmensa decepción y la profunda tristeza» que pueden sentir los sectores que habían recibido la ley «con agradecimiento y esperanza». Por el contrario, los sectores de izquierda se felicitaron por el veto a la ley del genocidio y acusaron a Sarkozy de especular con la tragedia de los armenios para conseguir votos.
De todos modos, el mandatario anunció que no dará su brazo a torcer. Ya ha encargado la redacción de un nuevo texto, pues no quiere perder el apoyo de los sectores antiislamistas en las elecciones presidenciales de abril. Sarkozy insistió en que la negación del genocidio armenio es
«intolerable» y aseguró que, desde su punto de vista, tal comportamiento debe ser sancionado.
Mientras tanto, el ‘número dos’ del Ejecutivo turco, Bulent Arinç, afirmó que, de momento, el Constitucional ha evitado «una grave crisis» con Francia. Y el ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, advirtió de que «colocar la ley de nuevo en la agenda sería un grave error».