El decano Ribón tomó posesión de su cargo en el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid el pasado 12 de enero.
Ese acto, la toma de posesión, es el importante para un decano y para la abogacía de Madrid, pero parece que no lo suficiente para determinadas personas que decidieron adornar lo esencial con todo el boato y pompa que encontraron.
Para ello buscaron un lugar “representativo” que engalanara convenientemente el acto. ¡ Qué cutrez!, tomar posesión en la sede del ICAM (como hicieron Gumpert y Alonso), no digamos hacerlo en un acto discreto (como Hernández-Gil); no, el marco debía imponer y sugerir, trasladando la idea de que el decano del ICAM es “alguien” más que un simple decano del ICAM (que es lo que es), por lo que se fueron al Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid, lugar histórico, representativo y con el suficiente “caché” para engrandecer el acto.
Ya teníamos el marco, sólo había que añadirle un buen número de autoridades complacientes que acompañaran la toma de posesión de los electos. Los colocaron presidiendo el acto. ¿Por qué?, si eran invitados en un acto colegial que debió ser presidido por el decano y la junta de gobierno en funciones hasta la toma de posesión de la electa. No saquemos conclusiones precipitadas de ello, pero las que nos sugiere este hecho son preocupantes.
Sigamos. Todo ello lo espolvoreamos con togas y puñetas, collares, medallas y placas (esto si está en el guion) y le añadimos un crucifijo, suponemos que como adorno porque como objeto y símbolo es, estatutariamente, ajeno a la corporación .
El marco incomparable así obtenido finaliza con el discurso del ya decano del ICAM. Aderezado con algunas citas clásicas e históricas, dos o tres pellizcos de “dignidad de la abogacía”, un recuerdo a la fundación del Colegio, otro a esos momentos familiares entreverados con las obligaciones profesionales y la mención imprescindible al turno de oficio y… ¡conseguido! Una toma de posesión que será noticia porque no molesta a nadie y las fotos quedan muy pintorescas. ¡Qué bonitas!
No queremos olvidarnos de los únicos en dicho acto que no pretendieron ser más que lo que son: el coro del ICAM que actuó muy dignamente al final de la toma de posesión.
Eugenio Ribón es el decano que ha tomado posesión tras el mayor ridículo que ha sufrido el ICAM en los últimos años. En las elecciones a Junta de Gobierno del pasado 20 de diciembre, del “Colegio excelente” que publicitaba el decano Alonso, más del 90 % de las personas colegiadas optaron por no votar, el ICAM publicó datos de participación a las 12 y a las 18 horas, desde entonces (sin duda a la vista del fracaso electoral) cesó la información, ni siquiera se han publicado los datos completos, desglosados por urna, votos de ejercientes y no ejercientes y voto por correo tal y como se hizo en elecciones anteriores. Para vergüenza de la Institución el voto de poco más de cinco mil personas colegiadas, incluido el voto por correo, necesitó doce horas de escrutinio. Los medios de información se hicieron eco de las dificultades para el ejercicio del derecho del voto: un único lugar de votación para toda la Comunidad de Madrid, regulación confusa del voto por correo, normas electorales imprecisas que permitieron todo tipo de injerencias irregulares en las elecciones, ausencia de voto telemático…
Parecería que un decano elegido en esas condiciones y con el menor apoyo obtenido por un decano en las elecciones a Junta de Gobierno debería haber realizado una mínima mención en su discurso encaminada a corregir esa situación, pero no, palabras como transparencia, igualdad, participación, democracia, reforma, voto, etc., no se mencionan en su discurso. Eso sí, como es costumbre en nuestros decanos, hace una mención a la defensa del Estado de Derecho, olvidando que una de las exigencias del Estado Constitucional de Derecho es que la estructura interna y el funcionamiento de los Colegios profesionales deben ser democráticos .
Madrid, 17 de enero de 2023.
Grupo de trabajo de Asuntos Colegiales de ALA.
¡Bienvenido!, Decano Ribón.