La desigualdad de género continúa siendo nuestro mayor desafío. Este año se cumple el 30. ° aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, que consagró el concepto de que los derechos de las mujeres (y las niñas) son Derechos Humanos. Este acuerdo fue suscrito por 189 países y sentó las bases de la CEDAW cuatro años después.
En nuestro país, contamos con un ordenamiento jurídico que, en línea con la normativa internacional, dispone de una gran cantidad de leyes y medidas cuyo objetivo es la eliminación de toda discriminación por motivos de género, así como la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres. Además, protege a mujeres, niñas y adolescentes frente a la violencia, entre otras cuestiones.
Además, y sobre todo desde la huelga general de 2018, el movimiento feminista en nuestro país se ha movilizado reclamando el cumplimiento de estas leyes con perspectiva de género y la dotación presupuestaria correspondiente para hacer realidad las necesidades de formación, prevención y ejecución de políticas públicas que aseguren los derechos de las mujeres, con gran apoyo social.
Ha habido avances recientes de gran trascendencia, como el reconocimiento de la violencia económica contra las mujeres, la necesidad de consentimiento explícito en el ámbito sexual y la incipiente introducción de la perspectiva de género en resoluciones judiciales. Sin embargo, aún nos queda mucho por hacer para que estas medidas sean efectivas.
Por ello, expresamos nuestra profunda preocupación por los mensajes de desafección sobre el feminismo como movimiento y sus objetivos, e incluso por el negacionismo directo de los mismos. Estos mensajes, que provienen de sectores dentro de la maquinaria ideológica de ultraderecha, cuestionan a nivel internacional derechos de las mujeres ya consagrados pidiendo su derogación. A nivel nacional, también se está llevando a cabo un desmantelamiento de políticas públicas aprobadas, eliminando presupuestos o promoviendo populismos en forma de «contraoleada» al feminismo.
Desde el Área de la Mujer de ALA seguimos, un año más, alzando nuestra voz por los derechos de las mujeres y por el cumplimiento efectivo de sus derechos, como Derechos Humanos, luchando porque se practiquen y consoliden en el ámbito jurídico.
Por los derechos que nos afectan a todas: vivienda digna, educación y sanidad pública, así como por un mundo libre de guerras. Por una justicia feminista sin sesgos, que repare y termine con los privilegios y prejuicios.
Hay mucho camino todavía por delante, por ello os animamos a salir a las calles, a participar en actividades, a compartir mensajes de igualdad, paz y vida sin violencias y a continuar con la movilización feminista