18 de abril, por Urbanismo | revista ecologistas en accion
El entierro de la Iniciativa Legislativa Popular antidesahucios evita avanzar hacia otro modelo de vivienda más justo y sostenible.
Ecologistas en Acción apoya la concentración convocada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y comparte su decisión de retirar la Iniciativa legislativa Popular (ILP) ante la tramitación de un texto que desvirtúa la propuesta. Se ha tumbado una iniciativa para hacer frente a los desahucios que contaba con amplio respaldo, que respondía una urgente necesidad y que era un punto de partida hacia un modelo de vivienda socialmente más justo. Se continúa apostando por apoyar los intereses de entidades bancarias y por perpetuar un modelo de urbanismo que ha sido uno de los principales desencadenantes de la crisis social, ecológica y económica.
Ecologistas en Acción se suma al apoyo de la concentración que convoca la PAH a las 14 horas en el Congreso de los Diputados para denunciar la manera en que se han eliminado las legítimas reclamaciones de la ILP. Para el grupo ecologista el Partido Popular vuelve a demostrar que no tiene interés en solucionar los problemas que acucian más gravemente a la población y se pliega, una vez más, a los intereses del sector financiero.
De otra manera no se entiende que se siga apostando por la continuidad de los desahucios en un país que cuenta con el mayor número de viviendas deshabitadas. Tampoco se puede entender de otra manera que las familias desahuciadas sigan debiendo dinero a las entidades financieras una vez perdida su vivienda. Una vez más la sociedad civil pierde la partida ante los intereses del sector financiero, el mismo que se enriqueció desmesuradamente con la burbuja inmobiliaria y que fue rescatado con fondos públicos cuando ésta estalló.
El urbanismo sin límites de principios de este siglo ha sido uno de los principales desencadenantes de la crisis social, ecológica y económica actual. Ecologistas en Acción considera que la ILP presentada por la PAH suponía un punto de partida hacia un nuevo modelo de vivienda no basado en la especulación urbanística y la depredación sin límite del territorio sino en las necesidades de las personas. Un punto de partida que se ha borrado del mapa.